Nuestro origen se remonta a Alemania. La familia Claramonte se traslada desde España a este país y comienza su andadura con la venta de fruta en el “Grossmärkte”.
Tras el paso de los años y, con el desarrollo de las telecomunicaciones, Clasol se traslada a España, a la Comunidad Valenciana y, concretamente, a la provincia de Castellón; centro productor de mandarinas de calidad. Con sede ya en España, Clasol empieza a dedicarse, con afán y entusiasmo, al desarrollo de sus producciones propias de cítricos