Prevención de la fruta de hueso frente a las heladas

La primavera marca el inicio de la cosecha de fruta de hueso, y empiezan a encontrarse en los supermercados, los melocotones, nectarinas y paraguayo. Desafortunadamente, es una época caracterizada por mucha inestabilidad climática, sorprendiéndonos con condiciones adversas:  heladas, lluvias, granizo.

El clima es sin duda un aspecto fundamental que influye en el cultivo de cualquier tipo de fruta, y en el caso concreto de la fruta de hueso se deben cumplir unas condiciones ambientales específicas, entre las cuales se encuentra la temperatura templada. Esto es esencial para que el fruto pueda crecer adecuadamente y desarrollar sus características de calidad.

Este año en particular, el clima ha puesto en peligro la cosecha de estos frutos en las diferentes regiones productoras, debido a las bajas temperaturas tardías. Las heladas causan daños en estos; dependiendo de la temperatura y duración de estas, y también; del estado de desarrollo de estos.

Cuando las bajas temperaturas amenazan y se preveen fuertes heladas se debe recurrir a diferentes estrategias agrícolas para conseguir proteger las producciones.

En nuestro caso usamos dos técnicas: las hogueras y la aspersión.

La primera técnica busca el calor a través de las hogueras precisamente haciendo fuego cerca de los árboles para calentar el aire frío que está en contacto con las plantas del fruto, evitando así que la temperatura baje a niveles demasiado extremos.

La segunda técnica, es a través del riego por aspersión, creando una capa de hielo alrededor de los frutos. Con esto se consigue una capa aislante de hielo que protege al fruto y al árbol manteniéndolo a 0º, y por lo tanto no le afectarán las temperaturas bajo cero que puede haber en el ambiente externo. 

 

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