Para poder actuar sobre el control de las diferentes plagas en los cultivos existen distintas técnicas agroecológicas. Una de las más utilizadas es el uso de feromonas de confusión sexual junto con sustancias atrayentes. Esta técnica se basa en poner diferentes trampas especiales distribuidas a lo largo de los cultivos y lo que se consigue es impedir el encuentro sexual entre machos y hembras de la plaga en cuestión para no perpetuar la especie. De esta forma, se modifica el sistema químico de comunicación y disminuye la densidad de población de las plagas.
Además de contribuir a la disminución de las plagas, tiene otros beneficios como su bajo impacto ambiental sin presentar resistencia ni perjudicar a otras poblaciones de insectos beneficiosos. Y otra de sus ventajas es que las feromonas sexuales son producidas por la hembra y son muy volátiles, lo que les permite actuar a grandes distancias.
En Clasol utilizamos feromonas contra el piojo rojo (Aonidiella aurantii) y contra el cotonet de Sudáfrica (Delottococcus aberiae). Estas feromonas hay que cambiarlas cada año pues tienen una duración de doce meses.